“¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada?”
Santiago 3:11Como podemos notar en lo cotidiano, la lengua es motivo de disputas, y a veces la manera de expresarnos parece irrefrenable. Alabamos y bendecimos a Dios, pero al mismo tiempo usamos nuestro lenguaje para hablar mal a nuestros hermanos. Cuando sucede esto, estamos sometidos a una inconsciencia que no permite que veamos la imagen de Dios Padre en nuestro prójimo.
La lengua es como una fuente; si de ella brotan de igual manera palabras dulces y palabras amargas, hay una falta de coherencia en nosotros, y se debe a que no estamos usando la palabra conforme al propósito de Dios. Y ésta es una herramienta extremadamente poderosa.
El fruto de lo que vivimos también proviene de allí; de nuestras palabras, de nuestros pensamientos, que brotan de nosotros expresando lo que somos.
Comparte estas reflexiones con las personas especiales que aprecian la Palabra del Señor
Darnos por vencidos a veces suele ser el camino más fácil. Ante la frustración no no lograr lo cometido podemos caer en la tentación de abandonar eso por lo...
Podemos estar perdidos muchas veces respecto a qué camino sería mejor tomar. Consideramos todas las decisiones y consecuencias posibles, medimos el impacto ...
Muchas veces solemos caer en la desconfianza hacia nuestros hermanos. Puede suceder que alguien nos ofrezca hacer algo por nosotros o simplemente, nos obsequie ...
Cuando nos encontramos abatidos por alguna situación muchas veces pedimos a Nuestro Señor que nos recompense de alguna forma, que nos muestre un verdadera ...
Cuántas veces hemos caminado perdidos entre la gente, sin rumbo ni ganas. Cuando creemos que todo está perdido deambulamos entre nuestros hermanos sin conocer...
Requiere de mucha experiencia y mucha introspección aprender a dominar el propio carácter. Cuando somos jóvenes solemos ser personas irreverentes, no ...